He tenido que mirarme al espejo para
seguir adelante.
He tenido que mirar a mis adentros, para
poder encontrarme.
He tenido que lavarme la lágrimas, dejar
de llorar por un instante.
He tenido que tocar fondo, para poder
levantarme.
He tenido que decepcionarme, para
espabilarme.
Mi caída es constante, mi recuperación
cada vez mas grande.
Corazón herido, convertido en un abismo,
lleno de sangre.
Alma desesperada, vacía y desconocida,
carente de viaje.
Hombre, levántate, no mires atrás, mira a
quien te espere.
Todo esto he tenido que hacer, para
seguir adelante, para poder hacer algo importante.
Y algún día diré “Este sacrificio no ha
sido en balde, ha sido el resultado, de tus metas, de tus mejores decisiones”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario